Una de las dudas que más se repiten es cómo prepararse para el sexo anal. Éste puede ser un tipo de sexo súper gustoso. Pero no tener una buena preparación sexo anal puede convertirlo en incómodo. Te ayudamos a saber más sobre ello.
Haz una buena preparación
A las mujeres les gusta el sexo anal tanto como a los hombres. Aunque se demuestra que estos últimos obtienen un grado mayor de satisfacción practicándolo. ¿Por qué? Por cuestiones fisiológicas. Ellos poseen el punto G a pocos centímetros del ano. Y la forma de acceder a él es ’introduciéndose’ en el recto.
Son muchos hombres y mujeres los que se preguntan cómo prepararse para el sexo anal. A día de hoy sigue siendo una práctica tabú. Pero todo puede ir como la seda con una buena preparación sexo anal.
- Una buena respiración: pensarás “¿Qué tiene que ver con el sexo anal?” Pues que sepas que aprender a respirar es vital en cómo prepararse para el sexo anal. La protagonista de esta película se llama relajación. Así que trata de liberarte del estrés inspirando y espirando. Céntrate en cómo introduces y liberas el aire y márcate un ritmo. Ayudarás a destensar los músculos. Especialmente los que nos interesan aquí: los anales.
- Practica contigo: para alejarte de las consecuencias del sexo anal es aconsejable que te inicies por tu cuenta. Es decir, que trates de incorporar el ano a tu masturbación. Prueba a introducir un dedo poco a poco. No te fuerces si ves que no entra del todo. Ir gradualmente es clave en la preparación sexo anal. Además puedes experimentar con consoladores, plugs anales o dildos. Te ayudarán a dilatar progresivamente debido a que los hay de diferentes tamaños.
- No te cortes con el lubricante: este producto se convertirá en tu mejor aliado. Forma parte de cómo prepararse para el sexo anal. Puedes utilizarlo en ti cuando experimentes durante la masturbación anal. O pedirle a tu pareja que sea quien te lo aplique. Y que lo haga por todo tu ano y lo utilice en sus dedos y juguetes.
¿Hay buenas consecuencias del sexo anal?
La respuesta es un SÍ en mayúsculas. Porque el sexo anal además de darte placer puede beneficiarte.
A veces las buenas consecuencias del sexo anal son evidentes. Decantándote por una preparación sexo anal evitarás riesgos de embarazo. Si no es tu momento de tener hijos, éste es tu tipo de sexo sin sorpresas. No dejes embarazada por error. O no te embaraces inesperadamente. Tener un niño sin buscarlo puede modificar tus planes de vida. En especial si con quién lo tienes no era tu pareja o ha sido fruto de un encuentro ocasional.
El desbloqueamiento de tensiones es otra de las consecuencias del sexo anal. Al practicar sexo anal con cuidado, tu sensación será la de laxitud muscular. Parecerá que acabas de pagar un spa. El ano reúne miles de terminaciones nerviosas. Éstas no suelen ser estimuladas. Pero con el sexo anal las estamos poniendo en marcha. Y a su vez provocan la liberación de hormonas encargadas de la relajación de nuestro cuerpo.
La desaparición de molestias musculares es uno de los factores por los que a las mujeres les gusta el sexo anal. Además puede ayudar a eliminar dolores menstruales en la zona de los ovarios y dolores de cabeza. Cuando llevas a cabo los pasos de cómo prepararse para el sexo anal y los disfrutas pasa esto: generas oxitocinas y endorfinas y éstas actúan de analgésico sobre tu organismo.
¿Eres coqueto o coqueta? Estás de suerte. El sexo anal además de todo puede tener efectos rejuvenecedores. Se trata de la liberación del semen en el interior del ano. Esta sustancia contiene mucho calcio, potasio, zinc, vitaminas C y B12… además de otras tantas. Todas ellas influyen en la piel, en el cabello. Por lo que, el semen es absorbido más eficientemente a través de las paredes anales.
A las mujeres les gusta el sexo anal
Ahora que sabes lo básico acerca de cómo prepararse para el sexo anal querrás practicarlo. Si eres heterosexual o lesbiana, conocerás el mito de que noes fácil encontrar a una partenaire dispuesto a ello. Se suele decir que a las mujeres no les gusta el sexo anal y, por eso, muchos maridos buscan escaparse del matrimonio para experimentar. Pero no es tan así.
El problema con el sexo anal es que hay que tener paciencia. La dilatación anal es lenta por lo que se requiere de mayor tiempo de estimulación. De lo contrario, la penetración es dolorosa. Y obvio que nadie quiere sentir dolor ni las mujeres ni los hombres que prefieren el rol pasivo en el sexo anal.
Así que, si no te gusta el sexo anal, puede ser por miedo o porque te han herido. Encuentra una pareja que te dedique tiempo, te excite y te estimule, y prueba cuán delicioso puede ser este tipo de penetración. Eso sí, si no lo encuentras placentero, detente. ¡No a todos nos gustan las mismas cosas, eso es una realidad!
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